El absurdo debate de Boca con o sin Riquelme

Posted by El último diez On 4/12/2012 07:53:00 p. m. 2 comentarios

La imperiosa necesidad de los medios de generar polémica lleva una vez más a Román al eje de la cuestión, como ante cada triunfo de Boca sin su presencia. ¿Es una pregunta coherente dudar de la titularidad de Riquelme? Vamos a ver como rindió el 10 en este semestre.

Román y su grito sagrado. Hizo tres goles en el 2012. Y participó de la gran mayoría.
Siempre es igual. La repetitiva conducta de los medios más polémicos ya empieza a aburrir. Siempre que Boca gana con la ausencia de su diez, su capitán, su figura, se empieza a dudar de él. ¿Quiénes? Los anti de siempre…

Boca le ganó claramente a Fluminense, el cuco de la Copa, en Río de Janeiro y Riquelme lo miró por tv –cómo puso el tan simpático diario deportivo Olé-. Y esto instaló, gracias a algunos periodistas, la polémica: ¿Juega Boca mejor sin Riquelme? El Último Diez repasa las intervenciones de Román en los partidos que le tocó ser titular en este 2012.

Por el Clausura, Riquelme fue titular –y jugó casi la totalidad de los minutos- en seis cotejos, de los cuales Boca ganó tres, empató dos y perdió uno. El equipo recibió ocho goles y marcó 12. Números fríos, que auguran por un análisis más profundo para no quedar en las pobres estadísticas que nos quieren vender algunos.

En la primera fecha ante Olimpo, con todo lo que representa el debut del campeonato, descomprimió la presión y generó ambos goles: primero con un centro a Mouche la bajó para que Cvitanich ponga el 1-0, y luego una fina habilitación al siete para el 2-0, que sería definitivo. Ante Newell’s, no participó en el gol de Cvitanich, que abrió el marcador, pero selló el partido con su gol de tiro libre, sorprendiendo a Peratta y pateando al palo del arquero.






En la 4ta Fecha tocó Independiente. Y en lo que en las frías estadísticas es una derrota 4-5, en el análisis es un partido brillante de Román. En ambos goles de Roncaglia, el diez fue el encargado de la pelota parada. Con un movimiento sutil, puso el 2-3 antes que finalice el primer tiempo. Y luego de un par de toques en el medio, rompió la defensa rival con un pase en cortada para Sánchez Miño, quien lanzó el centro que conectó Ledesma para el 4-3 parcial.






Ante Lanús, por la 7ma Fecha, fue empate 2-2. Y el sello de Román estuvo presente: con una definición de volea cayéndose al suelo, estampó el 2-1 parcial, marcando así su tercer gol en cinco partidos en el torneo.

El último encuentro que vio al diez en cancha como titular fue ante Argentinos Juniors. Y, aunque no fue una actuación descollante de Román, participó de ambos goles con su pegada, sobretodo en el de Cvitanich, quien luego de anotar lo señaló a Riquelme en agradecimiento.

Por Copa Libertadores la situación es parecida. Román jugó todos los partidos exceptuando el último ante Fluminense en Brasil. En el partido de ida ante los brasileños, Boca cayó 2-1, y el gol de Somoza vino tras un tiro libre de Riquelme que dio en el palo y el rebote fue tomado por el volante central.

En los partidos ante Arsenal el diez también tuvo incidencia. En Sarandí, habilita con la cabeza a Silva en la previa del gol de Mouche y luego hace su clásica jugada por izquierda con Clemente, para que este tire el centro en el gol de Ledesma. En la Bombonera, el primer gol xeneize viene tras un remate de Román, que tapa Campestrini, y el propio Ledesma transforma en gol con una embestida feroz.

Para agregar algo más, en el único encuentro que disputó por Copa Argentina (ante Santamarina de Tandil, partido flojo de todo el equipo) asistió de pelota parada a Roncaglia en el empate 1-1.

Con jugadas y participaciones concretas, y no con simples y fríos números, queda demostrada la valía de Román, que no debería ser cuestionada pero, ante la manipulación estadística de algunos, hay que salir a aclarar. Pero con juego, no con números. 

Y lo que debería ser una situación normal y placentera, que el equipo juegue con Román y sin Román y gane, se transforma en un debate intrascendente. Boca, que pelea los tres frentes, debe rotar y lo hace muy bien. Y es una satisfacción enorme tanto para el hincha como para el DT que, quienes entran, rindan y mantengan el juego del equipo en lo más alto.

Por eso Boca gana. Porque tiene a Román, que en su versión 2012, como quedó demostrado en el repaso, es clave en cada intervención. Pero también lo tiene a Pochi. Y tiene a Sánchez Miño y a Erviti. A Ledesma y a Rivero. A Cvitanich, Mouche y Silva. Hay que rotar, y hay que ganar. Pero lo que no hay que hacer es, como hacen algunos periodistas, mentirle a la gente. Y terminar con el absurdo debate de que si Boca juega mejor con o sin Riquelme. 

2 Response for the "El absurdo debate de Boca con o sin Riquelme"

  1. kavanagh says:

    ¡¡¡Con estos periodistas, uno de estos días va a haber que salir a explicar que la Tierra no es cuadrada!!!

  2. fernandito says:

    este debate tal vez ahora encuentre respuesta, dado que el último diez no seguirá alegrandonos a los amantes del fútbol y bosteros
    o quizá no, quizá sea vendido o relegado a un 442

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