La decisión más esperada llegó pero no fue la mejor noticia: el diez finalmente no jugará el Superclásico de hoy ante River en Mar del Plata. El Cuerpo Médico decidió cuidar al 10 y guardarlo para que llegue de la mejor forma al Clausura. La magia quedó para más adelante.
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“Ese partido es apenas más importante que un entrenamiento”. Estas palabras, fueron las utilizadas por Juan Román Riquelme a la hora de referirse al Superclásico de hoy en Mar del Plata. Y estas mismas fueron escuchadas tanto por el Cuerpo Médico de Boca como por el DT Julio César Falcioni, quienes finalmente decidieron que el 10 no sea de la partida frente a River. La intención es clara: que Román llegue lo mejor posible al comienzo del Clausura, para así buscar los resultados que le fueron tan esquivos al equipo de la Ribera en las últimas dos temporadas.
La ansiedad de todos los hinchas de Boca -y también las de Román-, de volver a verlo lo más pronto posible en la cancha tendrá que seguir esperando. Si bien este encuentro es frente al rival de toda la vida y como tal es importante, no deja de ser un partido de verano y así lo entendieron en Boca. El objetivo para todos los Xeneizes es recuperar el rendimiento de otros tiempos y que lleguen los triunfos y títulos anhelados por los hinchas y por Román, quién por sobre todas las cosas desea devolver al equipo al plano internacional, como lo hizo en esa mágica noche de Belo Horizonte, ganando la última Copa Libertadores, en 2007.
Mientras el crack se pone a punto, sus compañeros deberán encontrar un funcionamiento que permita el orden y el equilibrio para que, con Román como estandarte y con el Emperador Falcioni en el banco, vuelvan las alegrías a La Boca.
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