Riquelme volvió y otra vez no fue suficiente. El equipo no acompañó y las buenas producciones del 10 quedaron en la nada una vez más. El Román más diez caducó: ahora los compañeros restan y Boca sigue perdiendo.
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| Román se agarra la cabeza y no es para menos. Boca volvió a perder y su juego no alcanzó. |
Si lo de Godoy Cruz en la primera fecha había sido un deja vu del partido ante Argentinos Juniors en el Apertura 2010 con Borghi en el banco, lo de ayer fue un remake -de terror- de los dos capítulos anteriormente nombrados.
Un equipo chico, en la Bombonera. Un Boca que buscó y no encontró. Un rival que se encontró con mucho buscando poco. Un equipo que ataca bien –hasta tres cuartos- y se defiende muy mal. Un 10 que regresa para “salvar las papas”, para darle un poco de color a un equipo pálido, sin volumen de juego. Y un grupo que no lo acompaña.
Suena repetitivo y fanático escribir siempre lo mismo, pero las circunstancias obligan: Román, hoy en día, juega sólo. Y no alcanza. Porque, aunque a veces se nos escape un “ganó la Copa él”, cuando se habla del 2007 y otros torneos, el 10 necesita de un equipo que lo complemente y juegue al ritmo que impone.
Hoy, como en aquellos dos partidos, Román fue el mejor del equipo. Y volvía de varios partidos de inactividad. E hizo todo lo que tiene que hacer un número diez: probó de afuera en varias oportunidades, mostró su pegada cinco estrellas en ese tiro libre que debió ser gol, manejó los tiempos del partido y el equipo, y metió varias pelotas de gol.
¿Pero de qué sirve generar todo eso si los otros diez que integran tu equipo no acompañan ni aprovechan lo que se produce? ¿Cómo se hace para ganar un partido con un arquero que termina siempre adentro del arco, centrales fantasmas, laterales que miran números, volantes que no cortan ni juegan y delanteros que no definen? No hay manera.
Estando en la cancha, se me vino a la mente una curiosidad insólita: nunca había visto un equipo que teniendo a un jugador tan bueno, tan desequilibrante, no sepa aprovecharlo y lo empañe con rendimiento tan bajos. Porque el 10, además de hacer todo lo que tiene que generar un jugador con su número en la espalda, oficia de DT dentro de la cancha: ordena todas las líneas, dice lo que hay y lo que no hay que hacer, y hasta habla con el árbitro, cuando en realidad es la tarea del capitán. Pero sigue sin alcanzar.
Antes de este partido, el equipo en mi cabeza salía fácil: un arquero, cuatro defensores, tres volantes, Riquelme y dos delanteros. Pero cuando esos diez jugadores en vez de acompañar, restan, pasan cosas como lo que vimos ayer. Y la ecuación cambia: es Román -10.
el nivel de Palermo es alarmante, no puedo cree los ciego que es el periodismo al criticar tanto a Roman y no decir lo que se cae de maduro: Palermo (mas aun despues del pase que recibio de Riquelme para definir solo con el arquero) no puede jugar mas al futbol y desde hace años que deberia haberle dejado el lugar a Viatri o Boselli
Durante la semana, antes del partido y durante el mismo comenté en varias publicaciones, que los demás jueguennnnnnnnn!!!ya que Román no podía cubrir todos los puestos y las falencias de los demás, tenía el presentimiento que esto íba a pasar y lamentablemente no me equivoqué.Da asco, impotencia, angustia y dolor leer los comentarios de los Palermistas e hinchas de Boca burlandose e insultando al Mejor de todos lejossssssssss, sin querer reconocer que el 9 debería dar un paso al costado ya que no suma, al contrario resta. Los resultadistas son patéticos,les da lo mismo que se juegue al fútbol o a nada.El resto de los jugadores tan desastrozos como siempre. Estoy totalmente indignada con todos los que maltratan injustamente, jugó solooooooo, a Mi Unico Idolo de Boca, de La Selección y del Mundo JRR<3!!!
También lo estoy con el D.T. que lo usó a su gusto y conveniencia el muy necio e hipócrita!
Eternamente Riquemistaz3!!! Gracias Román por dejar todo en la cancha...Perdón por tan poca colaboración de tus compañeros y del DT y sus colaboradores!!! Marta