El fútbol es fácil (cuando lo juega Román)

Posted by El último diez On 2/11/2012 12:31:00 a. m. 1 comentarios

Riquelme apareció dos veces y resolvió el pleito: pase a Mouche para que se la baje a Cvitanich en el primero y asistencia perfecta al 7 en el segundo. Triunfo 2-0 y arranque de la mejor manera para la defensa del título. Ahora, la Copa. 

Por Leandro Ulloa (@CancionUlloa)
Riquelme y la pelota. Una sociedad que no terminará nunca. Tal para cual.

Primeros segundos del partido. Centro desde la derecha, cabezazo y salva Orión. Así, como en Bahía Blanca en el arranque del Apertura, el arquero xeneize salvaba lo que hubiese sido un balde de agua fría antes del minuto. Pero Boca, este Boca que parece que nunca va a perder -30 partidos invicto-, se salvó, aguantó los primeros minutos y después, al compás de su diez, resolvió con claridad el partido.

Todo parece fácil. Los pases cortos, de primera, los cambios de frente, la manera de pararla. El fútbol parece simple, como un juego de chicos en el patio de su casa. Así juega Román. Y lo difícil, se simplifica. Y, aunque no tenga compañeros que entiendan a la perfección la velocidad y la inteligencia de su juego, alcanza y sobra para desequilibrar en este decaído fútbol argentino. 

El 10 fue de menor a mayor. Arrancó impreciso –tal vez por la falta de fútbol- y fastidiado por la mala actuación de Beligoy –obvio reiteradas faltas-. Pero con el correr de los minutos encontró los espacios –que eran pocos-, se acomodó en la cancha y ya no hubo vuelta atrás en el partido: ya fue de él hasta el final. 

El 10 tuvo un gran arranque de 2012. 
Algunas pinceladas de magia, pisadas marca registrada –una hermosa sobre el córner izquierdo- y más de su repertorio hicieron enloquecer a una hinchada que lo ovacionó toda la noche. Pero su magia es efectiva y de sus pies nació el primer gol: centro preciso a Mouche, que la bajó perfecto –en offside- a Cvitanich, quien definió con el arquero encima. 1-0. ¿Y cómo le hacés un gol a Boca? Sólo unos pocos lo saben –pídanle la receta a Santamarina-. 

En el segundo tiempo se acentúo aún más el dominio y la remontada en el nivel del 10. El partido, controlado, sólo necesitaba un gol más para ganar en tranquilidad. Y ahí fue Riquelme, encarando en el borde del área: frenó, miró, dejó sólo a Mouche y 2-0. Y la gente lo gritó como si hubiese sido de él. Partido liquidado. 

Sólo restó sacarlo para la ovación. ¿Para qué desgastarlo? Ya había mostrado el camino, como en esos primeros 10 partidos del campeón, de los que muchos se olvidan. ¿Hasta cuándo, Román, seguirás cerrando bocas, con tanto fútbol desplegado en el patio de tu casa? Por ahora, parece haber mucho más. Falcioni lo guardó, lo sacó, le regaló la ovación que se merecía y pensó en el martes en Venezuela. ¿Cómo no ilusionarse, ahora, con esa obsesión de todos los hinchas de Boca y de él, que también es hincha? Si el fútbol, cuando juega Román, es mucho más fácil.

1 Response for the "El fútbol es fácil (cuando lo juega Román)"

  1. Anónimo says:

    Buenisimo! me encanto la verdad! que grande roman y pensar que algunos se dan el lujo de poner en tela de juicio su importancia en el equipo..

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