Mientras se termina la cuenta regresiva para la vuelta del 10, nos siguen escribiendo. Esta vez el texto para Juan Román Riquelme está a cargo de Matías Figliolia (@Matiii_23), Riquelmeano estudiante de periodismo y redactor de A Todo Boca. Se viene el regreso frente a Godoy Cruz y él nos cuenta sus sensaciones.
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| El diez vuelve a las canchas este domingo. Vuelve al patio de su casa. |
A callar bocas
Por Matías Figliolia
Recuerdo todas esas sensaciones que tuve - y que seguro las compartía con todos los Riquelmistas- ese sábado 6 de noviembre del año pasado.
Desde muy temprano me levanté para ir a cursar a la facultad, pero con unas ganas muy distintas a la de todos los demás sábados. Estaba ansioso, excitado, contento por ir a La Bombonera y no sólo por ir a ver al club de toda mi vida. Era el día en que Juan Román Riquelme volvía a ponerse la 10 de Boca, por primera vez, luego de esa larga y sufrida renovación de contrato y anterior operación de rodilla.
Volvía la magia, volvía la ilusión -a mi gusto, apresuradamente-. ¿Motivo? Querer tratar de cambiarle la cara a un “equipo” que venía haciendo las cosas mal y empezar a demostrarle a todos aquellos que lo querían afuera, que estaban equivocados.
Pese a que en la cancha Román fue el mejor, su falta de juego y no estar al 100% en lo físico le pasaron mala factura. Debido a una tendinitis aquiliana, estuvo casi afuera del partido más importante del semestre. Por amor dijo presente, pero “jugó” y sólo aguantó el primer tiempo. Los médicos aconsejaron un “chau, hasta el 2011”.
Sintiéndose incómodo para con el hincha, el JR10 declaró a fines de diciembre: “Por más que me entrene, no me siento cómodo. Por eso voy a hablar con el presidente y ver qué se puede hacer con la plata que tengo que cobrar de junio a diciembre. Tal vez arreglar la cancha, el vestuario o lo que sea”.
Una vez más, demostró ser todo un distinto. Como había dicho, devolvió al club el cheque con la prima del semestre pasado, para que se utilice la plata en distintas refacciones para el club.
JR es el mejor refuerzo que a éste equipo le faltaba. Aunque ya está recuperado, se lo cuidó en los partidos de verano para que llegue en las mejores condiciones al partido del domingo, ante Godoy Cruz. Viene entrenando a full para cumplir su objetivo -“Tengo la ilusión de que después de estos seis meses me elijan el mejor jugador del campeonato”- y el deseo de varios: que empiece a callarlos a todos los que en algún momento lo discutieron.
“En el inicio del torneo voy a estar adentro de la cancha”. Comenzó la cuenta regresiva señores. ¡Volvió esa ansiedad que sólo me genera este tipo! Quiero que sea domingo. Falta muy poco para verlo jugar en el Templo o mejor dicho… en el patio de su casa.
Muy Buena nota amigo